La hija del sepulturero
Ana Rosenrot
Editorial: CIMS Editorial
Páginas: 360
Precio: 18,00
Sinopsis
Soledad siempre ha sido retraída, solitaria y extraña. Desde que nació tuvo que soportar los desprecios y las crueles burlas de los niños por ser la hija del sepulturero, pero ella tiene un secreto: sabe siempre quién será el siguiente en morir en el pueblo. Entre los bosques, montañas y brumas se ocultan los secretos y mentiras de Santa Mariña d’Osbes, un pequeño pueblo del interior de Galicia de principios del siglo XX. Sus habitantes viven aislados en su propio mundo, aferrados a creencias ancestrales y conviviendo con las leyendas y costumbres que rigen sus vidas, preocupados por mantener las apariencias en un lugar donde todos tienen algo que ocultar. Rodeada por una familia encerrada en sus propias miserias, Soledad se refugia en el cementerio donde se encuentra más acompañada. Allí conoce los secretos que los vivos se han llevado a la tumba y contempla sus espíritus que pasean de noche por el cementerio. Su vida cambia cuando inicia una tormentosa relación con el hijo del cacique local que saca a flote los conflictos internos de ambos jóvenes. Soledad vive en entre el mundo de los vivos y el de los muertos confundiéndose entre ambos hasta que llegará un momento en que ni ella misma sabrá a cual pertenece.
Ana Rosenrot. Madrid 1971. Licenciada en Psicología por la UCM. “La hija del sepulturero” es una de sus primeras novelas, escrita en 1989 fue presentada y adaptada para el premio J&B de Novela corta (Joven y Brillante 1993) y repasada años después para su posterior publicación. Novela de carácter intimista que recrea la Galicia más profunda de principios del siglo XX con sus arraigadas costumbres y leyendas. Sus paisajes, gentes y característica climatología aportan misterio e intriga a una historia cargada de sentimientos y sensibilidad. “La hija del sepulturero” combina en un solo formato la novela de misterio con los cuentos y leyendas del más puro estilo becqueriano en el que la muerte tiene la misma importancia que el amor y la vida. Un delicioso cuento con toques tétricos unido al romanticismo más delicado.
Mis impresiones
La hija del sepulturero es la primera novela que leo de esta autora. Desde que vi la reseña de Las hadas sin corazón de Adivina quién lee tuve claro que quería leer algo de la autora. Ha sido en otro tipo de registro, pero no he podido quedar más satisfecha.
Conoceremos a Soledad o Soliña, como la llama su padre, a sus once años en el velatorio de su abuela paterna, Piedade, una mujer que gobernó con mano férrea a toda la familia. Ahora, será Amalia, la madre de Soledad, quien recoja el testigo de aquella.
Soledad es una niña muy especial. Su padre es el sepulturero de la aldea en la que vive y esta profesión será para ella un estigma que la perseguirá durante toda su vida. En su entorno la consideran una niña extraña, incluso en el colegio se burlan de ella. Desde las primeras líneas, la pequeña despierta en nosotros una gran ternura; comenzamos a quererla a ella y a odiar a su madre, Amalia, una mujer fría, calculadora, absolutamente desnaturalizada e incapaz de demostrar afecto por nadie de cuantos le rodean.
La historia nos traslada a
comienzos del siglo XX y tiene como escenario una
remota aldea gallega en La Coruña. Soliña nació el día de los Santos Difuntos y tiene un gran secreto: por las noches le gusta pasear entre las tumbas del cementerio, es capaz de ver las almas de los fallecidos y sabe quien será el próximo.
Podríamos decir que La hija del sepulturero es una novela sobre la
diferencia de clases en la época donde encontraremos además
secretos familiares, r
itos ancestrales, misterio y una parte de fantasía, un género del que me alejo normalmente pero que, en esta ocasión, no me ha impedido disfrutar de una gran lectura.
La ambientación es magnífica y queda de manifiesto que la autora es una gran conocedora de la zona. A través de una prosa sencilla y fluida nos traslada a una humilde casa perdida en el bosque y rodeada de un cementerio, en el que podemos sentir la bruma del lugar, la humedad de la tierra y estremecernos con esos paseos nocturnos de la pequeña Soledad.
Lo que más me ha gustado es el dibujo que hace de la sociedad de la época, las diferencias de clases , las costumbres tan arraigadas en esa aldea de interior, reflejando muy bien el papel de la mujer y su dificultad para escalar posiciones sin la figura de un hombre que la respaldase.
Los personajes son redondos, Soliña es la protagonista principal de la novela y la veremos crecer desde sus once años hasta convertirse en una joven adulta y responsable. Soledad, pese a las carencias de la familia es una niña feliz aunque tiene una gran falta de cariño. Será Xaime, el hijo del señorito del pueblo, don Lois Boudiño, la única persona en la que encuentre un poco de apoyo, creándose entre ellos una relación muy especial. Macías, el padre de Soledad, es un buen hombre aunque parco en palabras e incapaz de hacerle frente a su mujer. Amalia, la madre de Soledad es una mujer frustrada y miserable que es incapaz de sentir la más mínima empatía por nadie.
Dentro de los secundarios, que son muchos destacaría a Milagres, una partera de la región que proporcionará cariño a Soledad entre brebaje y brebaje. Don Lois Boudiño, a pesar de ser el hombre más acaudalado de la región, es un hombre íntegro y honesto.
En definitiva, La hija del sepulturero es una novela que aborda temas diversos e interesantes como para hacerla atractiva a diferentes lectores: encontraremos secretos familiares, envidias y misterios; todo ello de la mano de la ternura que despierta en nosotros su protagonista. Esta historia ha supuesto mi estreno con una autora con la que seguro repetiré.
Valoración: 8,5/10